que no quedamos poco maravillados: por donde claramente se vè, que estas
Gentes todas, para ser atraìdas à ser Christianos, i à obediencia de la
Imperial Magestad, han de ser llevados con buen tratamiento, i que este
es camino mui cierto, i otro no. Estos nos llevaron à vn Pueblo, que
està en vn cuchillo de vna Sierra, i se ha de subir à èl por grande
aspereça: i aqui, hallamos mucha Gente, que estaba junta, recogidos, por
miedo de los Christianos. Recibieronnos mui bien, i dierronos quanto
tenian, i dieronnos mas de dos mil cargas de Maìz, que dimos à aquellos
miserables, i hambrientos, que hasta alli nos havian traìdo; i otro dia
despachamos de alli quatro Mensageros por la Tierra, como lo
acostumbrabamos hacer, para que llamasen, i convocasen toda la mas Gente
que pudiesen; à vn Pueblo, que està tres jornadas de alli; i hecho esto,
otro dia nos partimos con toda la Gente, que alli estaba: i siempre
hallabamos rastro, i señales adonde havian dormido Christianos; i à
medio dia topamos nuestros Mensageros, que nos dixeron, que no havian
hallado Gente, que toda andaba por los Montes escondidos, huiendo,
porque los Christianos no los matasen, i hiciesen Esclavos: i que la
Page annotations:
Add a page annotation: