de la mas honrosa carrera; una arbitrariedad, en fin,
hizo desear al Teniente de cazadores abandonar las filas de sus
hermanos, al amigo dejar al amigo, al liberal pasarse a la faccion,
20 al subordinado matar a su Teniente Coronel....--iBuenos
humos tenia[16-5] Ramon para aguantar insultos e injusticias
ni al lucero[16-6] del alba!
Ni mis amenazas, ni mis ruegos, bastaron a disuadirle de su
25 proposito. iEra cosa resuelta! iCambiaria el morrion[16-7] por
la boina,[16-8] odiando como odiaba mortalmente a los facciosos!
A la sazon nos hallabamos en el Principado,[16-9] a tres leguas del
enemigo.
Era la noche en que Ramon debia desertar, noche lluviosa
30 y fria, melancolica y triste, vispera de una batalla.
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