Las dos, en que Castillo, i Yo, i Dorantes ibamos, ià hemos contado,
como junto à la Isla de Malhado se hundieron.
_CAP. XX. De como nos huimos._
Despues de havernos mudado, desde à dos dias nos encomendamos à Dios
Nuestro Señor, i nos fuimos huiendo, confiando, que aunque era ià tarde,
i las Tunas se acababan, con los frutos que quedarian en el Campo,
podriamos andar buena parte de Tierra. Yendo aquel dia nuestro camino,
con harto temor que los Indios nos havian de seguir, vimos vnos humos, i
iendo à ellos, despues de Visperas llegamos allà, do vimos vn Indio, que
como viò que ibamos à èl, huiò, sin querernos aguardar: nosotros
embiamos al Negro tras de èl, i como viò que iba solo, aguardòlo. El
Page annotations:
Add a page annotation: