decian, que no estuviesemos tristes, que presto havria Tunas, i
comeriamos muchas, i beberiamos del çumo de ellas, i terniamos las
barrigas mui grandes, i estariamos mui contentos, i alegres, i sin
hambre alguna: i desde el tiempo que esto nos decian, hasta que las
Tunas se huviesen de comer, havia cinco, ò seis Meses: i en fin, huvimos
de esperar aquestos seis Meses; i quando fue tiempo, fuimos à comer las
Tunas: hallamos por la Tierra mui gran cantidad de Mosquitos, de tres
maneras, que son mui malos, i enojosos, i todo lo mas del Verano nos
daban mucha fatiga: i para defendernos de ellos, haciamos al derredor de
la Gente muchos fuegos de Leña podrida, i mojada, para que no ardiesen,
i hiciesen humo; i esta defension nos daba otro trabajo, porque en toda
la noche no haciamos sino llorar, del humo que en los ojos nos daba, i
sobre eso gran calor, que nos causaban los muchos fuegos, i saliamos à
dormir à la Costa; i si alguna vez podiamos dormir, recordabannos à
palos, para que tornasemos à encender los fuegos. Los de la Tierra
adentro, para esto vsan otro remedio, tan incomportable, i mas que este
que he dicho; i es, andar con tiçones en las manos, quemando los Campos,
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