ni los Caballos bastaban à llevar los enfermos, ni sabiamos què remedio
poner, porque cada dia adolescian, que fue cosa de mui gran lastima, i
dolor vèr la necesidad, i trabajo en que estabamos. Llegados que fuimos,
visto el poco remedio, que para ir adelante havia, porque no havia
donde, ni aunque lo huviera, la Gente pudiera pasar adelante, por estàr
los mas enfermos, i tales, que pocos havia de quien se pudiese haver
algun provecho. Dexo aqui de contar esto mas largo, porque cada vno
puede pensar lo que se pasaria en Tierra tan estraña, i tan mala, i tan
sin ningun remedio de ninguna cosa, ni para estar, ni para salir de
ella: mas como el mas cierto remedio sea Dios Nuestro Señor, i de este
nunca desconfiamos, suscediò otra cosa, que agravaba mas que todo esto,
que entre la Gente de Caballo se començò la maior parte de ellos à ir
secretamente, pensando hallar ellos por sì remedio, i desamparar al
Governador, i à los enfermos, los quales estaban sin algunas fuerças, i
poder. Mas como entre ellos havia muchos Hijosdalgo, i Hombres de buena
suerte, no quisieron que esto pasase, fin dàr parte al Governador, i à
los Oficiales de V. Mag. i como les afeamos su proposito, i les pusimos
Page annotations:
Add a page annotation: