legua i media, con el agua hasta la mitad de la pierna, pisando por
encima de Hostiones, de los quales rescibimos muchas cuchilladas en los
pies, y nos fueron causa de mucho trabajo; hasta que llegamos en el Rio,
que primero haviamos atravesado, que entraba por aquel mismo Ancon; i
como no lo podimos pasar, por el mal aparejo, que para ello teniamos,
bolvimos al Real, i contamos al Governador lo que haviamos hallado; i
como era menester otra vez pasar por el Rio, por el mismo lugar, que
primero lo haviamos pasado, para que aquel Ancon se descubriese bien, i
viesemos si por alli havia Puerto: i otro dia mandò à vn Capitan, que se
llamaba Valençuela, que con sesenta Hombres, i seis de Caballo, pasase
el Rio, i fuese por èl abaxo hasta llegar à la Mar, i buscar si havia
Puerto; el qual, despues de dos dias, que allà estuvo, bolviò, y dixo,
que èl havia descubierto el Ancon, i que todo era Baìa baxa hasta la
rodilla, i que no se hallaba Puerto; i que havia visto cinco, ò seis
Canoas de Indios, que pasaban de vna parte à otra, i que llevaban
puestos muchos Penachos. Sabido esto, otro dia partimos de alli, iendo
siempre en demanda de aquella Provincia, que los Indios nos havian dicho
Page annotations:
Add a page annotation: