por no perder lo que sembrasen; porque dos Aņos arreo les havian faltado
las Aguas, i havia sido el tiempo tan seco, que ā todos les havian
perdido los Maėces los Topos; i que no osarian tornar ā sembrar, sin que
primero hoviese llovido mucho: i rogabannos que dixesemos al Cielo que
lloviese, i se lo rogasemos, i nosotros se lo prometimos de hacerlo
ansi. Tambien nosotros quesimos saber de donde havian traėdo aquel Maėz,
i ellos nos dixeron, que de donde el Sol se ponia, i que lo havia por
toda aquella Tierra, mas que lo mas cerca de alli era por aquel camino.
Preguntamosles, por donde iriamos bien? i que nos informasen del camino,
porque no querian ir allā. Dixeronnos, que el camino era por aquel Rio
arriba ācia el Norte, i que en diez i siete jornadas no hallariamos otra
cosa ninguna que comer, sino vna Fruta, que llaman Chacān, i que la
machucan entre vnas Piedras; si aun despues de hecha esta diligencia, no
se puede comer de aspera, i seca, i asi era la verdad, porque alli nos
lo mostraron, i no lo podimos comer; i dixeronnos tambien, que
entretanto que nosotros fuesemos por el Rio arriba, iriamos siempre por
Gente, que eran sus enemigos, i hablaban su misma Lengua, i que no
Page annotations:
Add a page annotation: