de ellos muriesen; i tenian por mui cierto, que nosotros los matabamos
con solamente quererlo: i à la verdad, nosotros rescebiamos tanta pena
de esto, que no podia ser maior; porque allende de vèr los que morian,
temiamos, que no muriesen todos, ò nos dexasen solos de miedo, i todas
las otras Gentes de al adelante hiciesen lo mismo, viendo lo que à estos
havia acontecido. Rogamos à Dios Nuestro Señor, que lo remediase, i ansi
començaron à sanar todos aquellos que havian enfermado; i vimos vna
cosa, que fue de grande admiracion, que los Padres, i Hermanos, i
Mugeres de los que murieron, de verlos en aquel estado tenian gran pena;
i despues de muertos, ningun sentimiento hicieron, ni los vimos llorar,
ni hablar vnos con otros, ni hacer otra ninguna muestra, ni osaban
llegar à ellos, hasta que nosotros los mandabamos llevar à enterrar; i
mas de quince dias, que con aquellos estuvimos, à ninguno vimos hablar
vno con otro, ni los vimos reir, ni llorar à ninguna criatura; antes
porque vna llorò, la llevaron mui lexos de alli, i con vnos dientes de
Raton agudos la sajaron desde los hombros, hasta casi todas las piernas.
E Yo viendo esta crueldad, i enojado de ello les preguntè, que por què
Page annotations:
Add a page annotation: