los Buhìos, ò Casas, que haviamos visto de los Indios, hallamòslas
desamparadas, i solas, porque la Gente se havia ido aquella noche en sus
Canoas. El vno de aquellos Buhìos era mui grande, que cabrian en èl mas
de trecientas Personas: los otros eran mas pequeños, i hallamos alli vna
Sonaja de Oro, entre las Redes. Otro dia el Governador levantò Pendones
por V. Mag. i tomò la posesion de la Tierra en su Real Nombre, presentò
sus Provisiones, i fue obedescido por Governador, còmo V. Mag. lo
mandaba. Asimismo presentamos nosotros las nuestras ante èl, i èl las
obedesciò, como en ellas se contenia. Luego mandò, que toda la otra
Gente desembarcase, i los Caballos que havian quedado, que no eran mas
de quarenta i dos, porque los demàs, con las grandes Tormentas, i mucho
tiempo que havian andado por la Mar, eran muertos: i estos pocos que
quedaron estaban tan flacos, i fatigados, que por el presente poco
provecho podiamos tener de ellos. Otro dia los Indios de aquel Pueblo
vinieron à nosotros, i aunque nos hablaron, como nosotros no teniamos
Lengua, no los entendiamos: mas hacian nos muchas señas, i amenaças, i
nos paresciò, que nos decian, que nos fuesemos de la Tierra; i con esto
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